Da igual si hace frío, si truena o diluvia, el parisino siempre va a salir de casa recitando su mantra: ce n’est pas la fin du monde*. Su dinamismo, su espíritu libre y su remarcado cosmopolitismo lo impulsan a salir, incluso, hasta le abren la puerta, es solo cruzar el umbral, y ya están en su elemento.
*No es el fin del mundo
El parisino adora conocer nuevos lugares, nuevos sabores, nuevas corrientes, nuevo todo, y en permanencia, su estilo de vida va de la mano con lo último en tendencia, y es que ellos, no son como Madame/Monsieur tout le monde*, eso jamás de los jamases! Tanto así que sus habitudes y su exclusivo estilo de vida han creado un parisianismo muy en boga: branché, que significa, en pocas palabras, estar a la última, a la moda, y en ese tema ellos tienen la varita mágica para sentenciar su fecha de caducidad, la que puede ser más corta que la de una fresa.
**Señora, señor como todo el mundo.
Así que no perdamos más tiempo, que Chanel ya va por el número 22, y corremos el riesgo, de que éste post se quede completamente anticuado. Aquí una lista de los 10 lugares adónde van nuestros escurridizos parisinos:
1)Al aeropuerto, a la estación de tren, o a coger el coche o la bicicleta, Apenas tienen algo de tiempo libre, los parisinos huyen de París, del tráfico, del cielo gris, del estrés, de su ritmo frenético, de los parisinos, sí, leyó bien, huyen también de sus congéneres e incluso huyen de ellos mismos!. No cabe duda que hay una sórdida historia de amor-odio, y es que París se les hace tan insoportable, que no pueden estar en ella, pero tampoco pueden vivir sin ella??!!.
2)A un Vernissage, una recepción previa a una exposición artística. Los parisinos siempre tienen un pariente, amigo, o conocido que organice uno de éstos eventos, o que incluso sea dueño de una galería; saber apreciar el arte es una de sus cualidades indiscutibles.
Si lo traducimos al español, diríamos: “Me voy a un Barnizado”, pierde una “pizca” de glamour, pero es su significado. Antiguamente los pintores invitaban a sus amigos o mecenas el día antes de exponer sus obras, por lo que la mayoría se encontraba en los últimos retoques, sobretodo dándoles la última capa de barnizado (Vernissage). Ahora que lo sabe, ya es su responsabilidad decirlo en español o en francés.
3)Al Mercado de pulgas de Saint Ouen, nada tan apasionante como ir a “chiner”, es decir, ir en búsca de productos de ocasión, como antigüedades u objetos vintage. Un “chineur” o “brocanteur” era una persona que iba de pueblo en pueblo vendiendo o haciendo trueques de artículos de segunda mano.
Este mercado, es una verdadera cueva de Ali-Babá, aquí se encuentra lo imaginable e inimaginable. Con un total de 7 hectáreas, divididas en 16 diferentes mercados, y con unas 2,500 tiendas. Hay desde piezas de coleccionador, como una silla Luis XV, hasta productos vintages, así como ropa, zapatos, souvenirs, afiches, postales,etc, etc, etc y más etc.
Sepa que éstas Pulgas tienen lo suyo, como todo mercado en el mundo, es decir, que no van a tener ni por asomo la apariencia de las Galerías Lafayette, para que no se haga ideas, pero vale la pena con creces visitarlo, y ¿quién sabe que en su camino se cruce con Leonardo Di Caprio, Cameron Díaz, Salma Hayek o Kim Kardashian, ah no, por el momento parece que no se anima a regresar. Si está interesado, le dejo un enlace con mas datos:
4)A tomar por asalto algún parque o jardín, con más de 400, éstos pulmones de la capital se han vuelto vitales en la vida de los parisinos, por lo que son frecuentados con gran asiduidad. Ya sea para hacer un pic-nic en familia, con amigos o solos, para leer, escuchar música, practicar deporte( normalmente jogging o yoga) o simplemente para evadirse. En verano hay mucha vida alrededor ya que se organizan una serie de actividades como: conciertos, ferias, mercadillos, fiestas temáticas o cine al aire libre, la mayoría de ellos gratuitos.
Entre los jardines y parques más frecuentados: el Jardín de Luxemburgo, Jardín de las Tullerías, Jardín de Plantas , la explanada de los Inválidos, el Campo de Marte, el Parque de Bercy, Parque Butte-Chaumont, Parque Monceau, Parque André Citröen, el Parque de la Villette, el Bosque de Vincennes, y el Bosque de Boulogne, que cuenta con un Jardín de Aclimatación.
5)A un lugar “secreto”, que funcionan con el sistema de boca-oreja, y muchos de ellos "ultra" privados, exclusivos y porsupuesto…. “branchés”, de nuevo esa palabrita¡, eso sí, cuando éstos lugares empiezan a hacerse conocidos, dejan de frecuentarlo y van en busca de otro, jugar a las escondidas es uno de los deportes favoritos de los parisinos. Le voy a dar 3 ejemplos, que quizás al momento de leer este post ya no sean "tan secretos":
A)El bar Moonshiner, el primer ingreso es por una pizzería y su puerta de acceso es por el frigorífico, el cual lo lleva directamente a Narnia, no¡!, a una mini-disco bar. También en la misma concepción está el Bar Lavomatic, el cual se encuentra camuflado en una lavandería Self service y la entrada es por la puerta de una lavadora, no la redonda claro está.
B)El squatter: “Freegan Pony”, un restaurant vegetariano, que ha ocupado ilegalmente, una antigua caballería abandonada, con el fin de pasar un claro mensaje: sensibilizar y luchar contra el desperdicio alimentario. Su menú, preparado en ocasiones por reconocidos chefs, es a base de verduras no vendidas, del gran mercado mayorista de Rungis y su precio es “libre”. Este proyecto solidario, es administrado por voluntarios y recientemente apoyado por la Municipalidad de París, incluso el concejal es un habitual comensal.
C) Es en el mes de Junio, y se llama la “Dîner en blanc”,la “Cena en Blanco” no tiene nada que ver con ningún detergente, sino más bien una temática chic que se celebra desde hace más de 20 años, organizada por un selecto grupo de parisinos, que revelan el lugar elegido, en el último minuto. Vestidos de blanco, con mesas, sillas plegables, y una cena gourmet, aproximadamente 10,000 parisinos desembarcan en el lugar emblemático indicado, como si de su casa se tratara, a la policía no les queda más que sonreír y hacerse selfies con éstos elegantes okupas. Este año realizada en la Plaza Vendôme, el 2015 en los Jardines del Palacio Royal y en 2014 excepcionalmente en 6 puntos de París, le dejo las impresionantes imágenes.
6)Al Canal Saint Martin, en este antiguo y mítico canal, así como en los bordes del Sena, encontrará todos los parisinos que no vio en la Torre Eiffel. Ya sea un pic-nic , leer, tomar sol (aunque sea tan cálido como la luz de la nevera), caminar de la mano con su pareja, hacer bicicleta, jogging, una sesión de aeróbicos, salsa o incluso tango es lo más tradicional al borde del agua, así como ir a un restaurant, bar o concierto en las “peniches” ancladas a lo largo de todo el muelle.
En verano, durante un mes, el borde del Sena, con algunas toneladas de arena se convierte en “Paris Playa”, que lo invitan a sentarse en sus cómodas tumbonas y a disfrutar de numerosas actividades, desde sesiones de Tai-chi, así como actividades náuticas, biblioteca, ducha de bruma para refrescarse hasta conciertos y animaciones para todas las edades.
7)A una exposición,teatro,concierto, El parisino está al tanto de todas las actividades culturales habidas y por haber, ya sea difundidas por la prensa, internet, afiches en el metro, kioskos, buses, y por supuesto en la legendaria Columna Morris (foto abajo) que es un emblema de difusión desde finales del siglo XVIII.
Con todo éste arsenal de comunicación, es imposible no enterarse de lo que se cuece, a no ser que viva en las Catacumbas. De grandes a chicos, incluso en el vientre de su madre, llevan esa curiosidad de descubrir y aumentar su bagaje cultural, para lo que tienen un disco duro que ya pasó de gigas a terabytes¡
Le dejo una lista de expos para el año 2017:
Le dejo una lista de expos para el año 2017:
8)De shopping, Verdaderas “Fashion victims”, hombres,mujeres y caniches se rinden ante las vitrinas de las grandes Galerías, centros comerciales y grandes avenidas para nutrir su guardarropa y su “propio estilo”, porque no existe un parisino que se vista igual que otro, ¡ah no ¡, cada uno “crea su moda”, y pongan lo que se pongan, siempre van a estar regios y regias, y eso es, básicamente, porque tienen un exceso de confianza más grande que la Basílica de Notre-Dame, esa lección es interesante para los demás mortales, porque es la actitud , la que debe prevalecer ante todo, y por supuesto el “less is more”, el “menos es más”, al momento de vestirse.
Osados para innovar con nuevos estilos, colores y combinaciones pero también a la vez clásicos y discretos, saben adaptarse perfectamente a las ocasiones. Y no por nada se han apropiado descaradamente del slogan: “Porque yo lo valgo”.
9)A una manifestación, Recordemos dos fechas históricas, la primera, las ardientes manifestaciones en la época de la Revolución Francesa y la segunda, las que se dieron lugar en la gran revolución de Mayo 68’, con su mítica pancarta “Prohibido prohibir”; ya con esos dos antecedentes ¿qué más le puedo decir? Los parisinos son de armas tomar, han pasado siglos y años, de esos acontecimientos, pero aún siguen descontentos, por lo que, los encontraremos siempre manifestándose en sus dos oficinas principales: la Plaza de la Bastilla, y la Plaza de la República, y ya si quieren ser mejor escuchados no dudarán en cortar las principales arterias, venas y si es posible capilares de la circulación en París, y es que el fin justifica los medios: reclamar sus derechos. Médicos, enfermeras, profesores, estudiantes, policías, sindicatos, agricultores, taxistas, incluso hasta “sin papeles”, porque parisino no solo se nace sino también se hace.Una manifestación es parte del panorama de la capital, únase, cuando venga a París, no olvide traer su pancarta!
10)A una terraza, Cuando camine por las calles de París, encontrará a cada 50 metros una terraza en su camino, acondicionadas en su mayoría, con sillas Drucker y su inconfundible tejido hecho a mano, y cada una con su respectivo parisino sentado en ella, a cualquier hora del día o de la noche, desde el desayuno hasta la cena, y con sobremesa incluida. Las terrazas son el lugar indisociable de la vida parisina, algo así como su segundo hogar, es el punto de encuentro donde comparten, comen, beben, se quejan, ríen, se vuelven a quejar, critican, se relajan, flirtean, se culturizan, filosofan, ir a París y no sentarse en una de ellas es como no haber estado allí. Ni siquiera las kalashnikov del 13/9 han impedido que su espíritu libre, siga frecuentando las terrazas, sino todo lo contrario, han acudido ,más convencidos aún, de celebrar ésta vida efímera, y porque como decía también Hemingway: “París es una fiesta”, y nada ni nadie lo va a cambiar.